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La UE aprueba nuevos objetivos para reducir el desperdicio alimentario e impulsar el reciclaje textil antes de 2030

De aquí a 2030, la industria de la transformación y producción de alimentos deberá reducir sus residuos en un 10%, mientras que el comercio minorista, la restauración, los servicios alimentarios y los hogares tendrán que hacerlo en un 30% per cápita, respecto a la media anual generada entre 2021 y 2023. Además, los operadores económicos con un papel relevante en la prevención y generación de desperdicio deberán facilitar la donación de alimentos no comercializados pero aptos para el consumo. Así lo establece la nueva legislación que el Parlamento Europeo aprobó el 9 de septiembre, y que los Estados miembros dispondrán de veinte meses desde la entrada en vigor de las nuevas normas para transponerla a la legislación nacional.

Responsabilidad ampliada de los productores textiles

La normativa establece que todos los productores que pongan productos textiles en el mercado europeo —incluido el comercio electrónico y tanto si están establecidos dentro como fuera de la UE— deberán cubrir los costes de recogida, clasificación y reciclaje mediante nuevos sistemas de responsabilidad ampliada del productor (RAP). A la hora de establecer las contribuciones financieras, deberán tener en cuenta las prácticas de fast fashion y ultra fast fashion.

Los productos afectados incluyen ropa y accesorios, sombreros, calzado, mantas, ropa de cama y de cocina y cortinas. Los Estados miembros también podrán aplicar sistemas de RAP a los productores de colchones.

Las microempresas dispondrán de un año adicional para adaptarse.

Un reto de gran alcance

Cada europeo desperdicia 132 kg de comida y genera 12 kg de residuos de ropa y calzado cada año. Se calcula que menos del 1% de los textiles a escala mundial se reciclan en nuevos productos.

Fotografía: © European Union 2022 – Source : EP