Una cincuentena de representantes de 38 empresas de sectores tan diversos como el agroalimentario y foodservice, salud y bienestar, textil, manufacturero o de la construcción y la madera, se reunieron el 27 de noviembre en el hotel Seventy de Barcelona para participar en el primer taller de los tres que conforman el primer Ciclo de talleres de descarbonización de inèdit. El objetivo fundamental de estos talleres es «generar un espacio de encuentro para que empresas que enfrentan retos similares se conozcan y compartan experiencias», en palabras de Jordi Oliver Solà, director ejecutivo de inèdit. El primero de los talleres llevó por título «Gobernanza y financiación de la descarbonización» y se centró en responder a tres cuestiones: integrar la descarbonización dentro de la estrategia de negocio, activar el apoyo de la dirección y la colaboración de los departamentos clave de la empresa, y conseguir financiación para las acciones de reducción de emisiones.

El reto de activar al comité de dirección

El taller se inició con una conversación inspiradora con Laia Mas, exmiembro del comité de dirección y exresponsable de sostenibilidad de Danone Iberia, y fundadora de MasSalmones. La conversación fue moderada por Carles Gasol, director de Desarrollo de Negocio de inèdit. «Activar el comité de dirección de una empresa es muy difícil; hablar de sostenibilidad implica cambiar el business as usual, y eso genera vértigo porque supone cambios estructurales», advirtió Mas. Por ello, sugirió «traducir el concepto de descarbonización en dinero; a partir de ahí, ya estás hablando de negocio y, por tanto, puede introducirse en el comité de dirección».

Las palancas del cambio

A continuación, tuvo lugar una mesa redonda en la que participaron Blanca López Alerm, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Areas; Pau Vila, director general de LC Paper; María Teresa Ruiz Costal, responsable de Sostenibilidad y Fondos Europeos de la Banca de Empresas de Ibercaja, y Adriana Sanz, coordinadora de proyectos de empresa circular en inèdit.

«Los departamentos que lideran la descarbonización no deberían sentirse aislados ni percibir que luchan solos; y digo luchan porque esa es la sensación que te transmiten, a menudo, cuando los acompañas.» Así lo explicó Sanz, la primera en intervenir, quien detalló cómo, a través de los llamados «talleres de activación», inèdit reúne a los departamentos clave de una empresa y, con una visión de ciclo de vida, dibuja todas las fases, desde la extracción de materias primas hasta la gestión final de los residuos. En este proceso, se ubican los diferentes departamentos clave de la empresa junto con los impactos ambientales asociados y las primeras oportunidades de mejora. «Parece mentira, pero el hecho de verse en el mapa ayuda a interiorizar que tienen un papel», comentó.

Así pues, según la experiencia de inèdit, es importante que «todos los departamentos de la empresa sean conscientes de que tienen algo que aportar en materia de sostenibilidad, lo que implica aterrizar cada línea de acción vinculándola a unos responsables que puedan medir su éxito».

Sanz también mencionó las principales palancas de activación de la sostenibilidad, como el marco legal y vincular los KPIs ambientales con los económicos. También subrayó la importancia de relacionar las inversiones en descarbonización con el valor de marca, ya que puede suponer una «ventaja competitiva, reputacional y relacional frente a los proveedores».

Para la multinacional Areas, la descarbonización «no es un nice to have sino una necesidad estratégica». La directora de comunicación de la empresa señaló que la principal palanca para activar la descarbonización en la multinacional es el hecho de formar parte de un fondo de inversión: «Como fondo de inversión, la dirección percibe que la sostenibilidad crea un valor económico y reputacional que nos hará ser mejores y nos aportará más valor en el momento de la desinversión».

En el caso de LC Paper, son las certificaciones las que hacen de «poli malo», afirmó el director general de la empresa, Pau Vila. «Las certificaciones son nuestro Caballo de Troya: la descarbonización no es una exigencia de la dirección, sino que la necesitamos para obtener las certificaciones, y eso hace que todo avance por sí solo».

La representante de Ibercaja apuntó que, a pesar de la inversión necesaria para la descarbonización y los riesgos de hacer la transición hacia una economía baja en carbono, «la sostenibilidad es rentable». Ruiz Costal sugirió a las empresas participantes consultar las ayudas para la transición ecológica, que «son muchas».

La sesión finalizó con un taller pensado para el intercambio de experiencias entre los asistentes.

Los próximos talleres sobre descarbonización se celebrarán el 19 de febrero y el 2 de abril. El primero tratará sobre la descarbonización en el diálogo con los proveedores, y el segundo sobre la logística y el transporte de productos, clientes y trabajadores.