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El sector cárnico y de la proteína alternativa cuenta ahora con una guía para un ‘packaging’ más sostenible

La publicación MEÆTPACK, estudio de packaging sostenible del sector cárnico y de la proteína alternativa aclara conceptos técnicos relacionados con el packaging, detalla qué normativas lo afectan y proporciona una serie de criterios y aspectos a tener en cuenta a la hora de seleccionar los materiales para el envasado en función de su impacto ambiental. También presenta un listado de estrategias de ecodiseño para los envases y buenas prácticas de empresas del sector. Es el resultado tangible del proyecto MEÆTPACK, liderado por el Packaging Cluster e INNOVACC Clúster de la Carn i la Proteïna Alternativa; inèdit ha desarrollado la parte técnica, y ha sido financiado por la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC) a través de la convocatoria de Proyectos de fomento de la economía circular.

La Guía puede descargarse en esta página web.

La guía se presentó en el auditorio del centro de investigación IRTA, en Monells (Girona)

La presentación de la guía MEÆTPACK tuvo lugar el 11 de diciembre en la sede del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) en Monells (Girona), en una jornada que incluyó una dinámica de generación de proyectos y la presentación, por parte del IRTA, de sus proyectos en el ámbito del packaging sostenible para el sector cárnico. Al final de la jornada, los asistentes visitaron las instalaciones del centro de investigación.

Tendencias principales y legislativas en packaging para el sector

La Guía recoje las principales tendencias en el ámbito del envasado aplicables al sector cárnico y de la proteína alternativa:

Desde el punto de vista de las novedades legislativas, la guía destaca que, a partir de 2030, todos los envases deberán ser reciclables o reutilizables. Por ejemplo, las unidades monodosis deberán ser compostables, y los envases multicapa, que constituyen la mayoría de los envases flexibles, deberán encontrar soluciones monomateriales y reciclables.

Además, si los envases no son reciclables al menos en un 70%, se considerarán no reciclables. También será obligatorio incluir un contenido mínimo de material reciclado en los envases de plástico, así como etiquetar el contenedor de destino del envase. A todo esto se suma la condición de que los cambios que afecten al envase no perjudiquen la vida útil del contenido, que se preserve la seguridad alimentaria y que se evite el desperdicio de alimentos.

Con el apoyo de la Agencia de Residuos de Catalunya.