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INFORME

España, retrasada en la mayoría de los compromisos normativos en materia de residuos municipales

De los ocho compromisos legales en materia de residuos, España va retrasada significativamente en seis: la recogida separada, el reciclaje, la preparación para la reutilización, la prevención de residuos ―incluido los objetivos específicos para envases y la recogida separada de las botellas de plástico de un solo uso―. Esto compromete el avance hacia los objetivos europeos de 2025,2030 y 2035.

Así lo concluye el informe Residuos Municipales en España, publicado por la Fundación Fórum Ambiental y ejecutado técnicamente por inèdit, y cuya finalidad es orientar las políticas públicas y las estrategias empresariales.

A continuación, se presentan las principales conclusiones del informe.

Recogida separada

La recogida separada solo ha mejorado 7,5 puntos porcentuales en diez años, y si no se acelera será imposible alcanzar el 50% exigido para 2035.La fracción orgánica representa un 40% de los residuos municipales, lo que es clave para mejorar los resultados. Sin embargo, tal y como señala el informe, aunque es obligatoria desde 2022 su implantación efectiva aún es limitada. Desde 2025, también es obligatoria la recogida de textiles, voluminosos, aceites y residuos domésticos, lo que en un futuro debería contribuir a mejorar el conjunto.

Preparación para la reutilización y el reciclaje

A pesar de que, actualmente, España se sitúa cerca del objetivo del 55% del reciclaje, este dato dejará de ser válido en 2027. A partir de entonces, el método de cálculo cambia y solo se podrá contabilizar como reciclada la fracción orgánica recogida separadamente, por lo que la tasa de reciclaje en España caería a cerca del 26%, muy lejos del objetivo del 60% para 2030.

En cuanto a la preparación para la reutilización, aún no se han desplegado las infraestructuras ni las políticas necesarias para hacerlo posible pese a que el objetivo del 5% es legalmente vinculante para 2025.

Vertido

El 47% de los residuos municipales acabaron en vertedero en 2022, lo que convierte esta opción en la vía mayoritaria de tratamiento. Se trata de una cifra muy por encima del límite máximo del 10% fijado por la normativa para 2035, lo que, según el informe, «refleja un retraso estructural importante en la transformación del sistema».

Además, en 2022, un 10% del total de los residuos se vertieron sin tratamiento previo, una práctica que está prohibida. Ante esta situación, el informe advierte que el tipo impositivo por la Ley 7/2022 «sigue siendo bajo y, por ahora, no está generando un cambio significativo en los modelos de tratamiento».

Prevención

La prevención sigue siendo una asignatura pendiente. En 2022, la reducción efectiva de los residuos municipales fue solo del 3%; el objetivo es reducir un 13% la generación total de residuos para 2025 y un 15% para 2030 en comparación con los niveles de 2010. El informe alerta que uno de los ámbitos más críticos es el de los envases; lejos de reducirse, su generación ha aumentado un 13% per cápita desde 2018.

Envases

España ha superado el objetivo global de reciclaje de envases para 2025, con una tasa del 65%. Cabe destacar que, además del objetivo global, existen metas específicas para cada tipo de material de envase. Mientras que materiales como los metales, la madera o el papel-cartón superan claramente sus respectivos umbrales, otros como el plástico o el vidrio siguen por debajo del objetivo fijado para 2025.

Por otra parte, para incentivar la recuperación de botellas de plástico de un solo uso, la normativa estableció el objetivo específico del 70% de la recogida separada para 2023. En España, esta tasa se situó en un 41,3%, muy por debajo del mínimo requerido, y este incumplimiento activó la obligación legal de implantar un sistema de depósito, devolución y retorno antes de 2027 como vía para alcanzar el 90% exigido en 2029.

Hay que tener en cuenta que, tal y como señalan los autores, si bien los datos disponibles permiten una primera aproximación sobre el avance hacia los objetivos, esta lectura no puede considerarse definitiva. El motivo es que existen limitaciones estructurales en cómo se miden, informan e interpretan estos datos: son datos que, por lo general, llegan con más de dos años de retraso; no existe un sistema de reporte claro y estandarizado, y falta transparencia en la metodología de cálculo.