La rosa del Maresme, en Catalunya, emite doce veces menos CO2 que la de los Países Bajos y un 23% menos que la de Colombia y Ecuador
inèdit ha estimado la huella de carbono de cultivar y transportar las flores que se regalarán este Sant Jordi en Catalunya. El 63% de las rosas provendrán de Colombia, un 20% de los Países Bajos, el 15% de Ecuador, las del Maresme no alcanzarán el 1%
Debido a la proximidad del día de Sant Jordi, varios medios de comunicación han destacado en estos días la nueva realidad del cultivo de rosas en Cataluña: este año, por primera vez, solo un productor local ―Flors Pons, de Santa Susanna (Maresme)― proveerá a los catalanes de rosas para Sant Jordi. Venderá 40 mil, una cifra que ni siquiera llega a cubrir el 1% de las ventas esperadas para este 2024, que son 7 millones. Así, la mayoría de las rosas vendrán de Colombia (63%), seguidas de los Países Bajos (20%) y Ecuador (15%). Solo el 2% de las rosas restantes provendrán de España, principalmente de la zona de Levante y del Maresme, en Catalunya. ¿Qué efectos tendrá esta nueva realidad desde el punto de vista de la huella de carbono?
Los cálculos de inèdit revelan que las rosas con un impacto ambiental más alto son las procedentes de los Países Bajos, con una huella de carbono de aproximadamente 2 kg de CO2eq por rosa. Este valor se explica por el gasto energético de climatizar los invernaderos, al tratarse de un clima frío. Por otro lado, las rosas procedentes de Colombia y Ecuador tienen una huella de carbono de aproximadamente 216 gramos de CO2eq por rosa. Aunque se deben transportar a una distancia muy larga, el hecho de que se cultiven en climas tropicales reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al cultivo. En cuanto a las rosas locales, y más concretamente las del Maresme, en Catalunya, el impacto ambiental es significativamente más bajo: se estima que es de solo 167 gramos de CO2eq por rosa.
La huella de carbono es un valor que nos indica la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que genera una actividad, un producto, una organización o un país, durante todo su ciclo de vida, es decir, durante toda la cadena de valor y hasta que se consume y se gestiona una vez finaliza su vida útil. En el cálculo de la huella de carbono de las rosas, sin embargo, inèdit ha tenido en cuenta solo las emisiones de GEI durante las etapas de cultivo y transporte. Los cálculos se han realizado a partir de la información disponible en las bases de datos AGRIBALYSE, Agri-footprint y Ecoinvent, para el cultivo de rosas en invernadero.