Cuando ‘carbon neutral’ no significa nada: Apple, Adidas y EnergyAustralia, a juicio por ‘greenwashing’
En los últimos meses, tres grandes marcas han sido llevadas a los tribunales por hacer declaraciones ambientales basadas en compensaciones de emisiones sin base científica o por no haber explicado cómo piensan alcanzar sus objetivos de reducción.
Una de las principales compañías energéticas de Australia, EnergyAustralia, ha pedido disculpas a las 400.000 personas que se habían adherido al programa de compensación de carbono de la empresa, que desde 2016 prometía compensar las emisiones generadas por el consumo de electricidad y gas. En un comunicado, la compañía reconoce que la compensación de carbono «no es la forma más eficaz de ayudar a los clientes a reducir sus emisiones», y pide disculpas a «cualquier cliente que considere que la manera en que se comercializaron los productos go neutral no fue lo suficientemente clara». La disculpa llega dos años después de que la organización Parents for Climate iniciara una acción legal contra la empresa, alegando que había incurrido en prácticas engañosas y desleales al afirmar que reducía sus emisiones, entre otras cosas, mediante la compra de créditos de carbono.
Es la primera vez que una empresa energética australiana se enfrenta a una acción legal por presunto greenwashing. Según los demandantes, se trata de un «reconocimiento histórico» y un hecho que envía «el mensaje de que la era del greenwashing sin control ha llegado a su fin”.
En Europa y en EE. UU., en los últimos meses se han vivido otros dos casos. Uno es la demanda colectiva contra Apple en Estados Unidos, que en 2023 fue acusada de engañar a los consumidores al promocionar varios modelos de Apple Watch como carbon neutral. Los demandantes señalaron que los proyectos de compensación a los que vinculan su declaración no representan reducciones reales de emisiones, ya que se trata de zonas protegidas desde hace décadas que habrían mantenido su estado independientemente de la inversión de Apple.
Más recientemente, un tribunal alemán ha condenado a Adidas por hacer publicidad engañosa al anunciar que sería neutra en emisiones en el año 2050, sin aportar información clara y específica sobre cómo prevé lograr ese objetivo. En concreto, el tribunal ha ordenado a la empresa que deje de promover la afirmación: «Seremos neutros en emisiones de carbono en 2050: Adidas está comprometida con una serie de objetivos ambiciosos que abrirán el camino hacia la neutralidad climática a lo largo de toda nuestra cadena de valor en 2050». El motivo es que no explica si, para lograrlo, recurrirá a la compensación de emisiones, y porque el término neutralidad climática es ambiguo y puede confundir a los consumidores si no se acompaña de información clara y verificable. La sentencia abre la puerta a acciones contra otras marcas que se han comprometido a ser climáticamente neutras sin explicar cómo piensan conseguirlo.
La solución: un plan de descarbonización
Estos tres casos ponen de relieve no solo que el greenwashing está en el punto de mira, sino que cada vez se cuestiona más la validez de los proyectos de compensación de emisiones de gases de efecto invernadero, como ya habíamos explicado en esta noticia y en esta otra, publicadas hace unos meses. En el caso de Adidas, «la solución habría sido contar con un buen plan de descarbonización en el que se priorice la reducción de emisiones y se pueda evaluar su progreso, y en el que las prácticas de compensación se dejen para más adelante o se empleen como herramienta complementaria, y no central, del plan de descarbonización», afirma Jordi Oliver, director ejecutivo de inèdit. Esto va en la línea de la Science Based Targets initiative, que recientemente dio luz verde a sus firmantes a utilizar la compensación de emisiones, pero solo para las «emisiones residuales».
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