Las empresas españolas quieren reducir su huella de carbono, pero muestran poco interés en registrarla
La CEOE publica un análisis sobre el grado de implementación tanto del cálculo como del registro de la huella, así como de los planes de reducción de emisiones y el desarrollo de proyectos de compensación. Uno de los retos que identifica el informe es la necesidad de disponer de datos de buena calidad.
El 80% de las empresas españolas no registran su huella de carbono en el registro estatal, y calculan su huella sin registrarla el 26%; el principal motivo para calcularla es que las grandes empresas lo demandan a sus proveedores. Estas son algunas de las principales conclusiones del informe La huella de carbono en las empresas españolas, un análisis sobre el grado de implantación del cálculo y del registro de la huella de carbono, los planes de reducción de emisiones y el desarrollo de proyectos de compensación de las emisiones, que ha publicado la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Según Jordi Oliver, director ejecutivo de inèdit, la falta de interés en el registro se puede explicar por «el desconocimiento», pero también porque «por el momento, es información voluntaria y las empresas no ven la necesidad de hacerla pública, ya sea porque la expone demasiado públicamente o porque no obtienen ningún beneficio de hacerlo». Sin embargo, este paradigma «cambiará próximamente con la aprovación de la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD), que obligará a las empresas a presentar información cuantitativa y cualitativa sobre su desempeño ambiental», apunta Oliver.
Entre otros retos que identifica el informe, está la necesidad de disponer de datos de buena calidad, ampliar el cálculo a las emisiones indirectas de toda la cadena de valor en grandes empresas o implementar estrategias de economía circular para reducir las emisiones. «Los resultados del informe están muy alineados con la misión de inèdit de generar datos de buena calidad sobre las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero que permitan hacer un diagnóstico e identificar los puntos críticos en los que focalizar los esfuerzos de reducción», explica Oliver. El director ejecutivo de inèdit también valora positivamente que el informe señale la economía circular como «una vía para reducir emisiones mediante la eficiencia en el uso y la sustitución de las materias primas, la reducción de los residuos y la promoción de estrategias como la reutilización y el reciclaje».
El informe también concluye que las empresas están interesadas en avanzar en sus planes de reducción de emisiones, incluso sin calcular ni registrar su huella de carbono. Sin embargo, este interés no se traduce en la oportunidad de presentar proyectos de compensación de emisiones o acceder a proyectos ya registrados para compensar la huella de carbono. En cuanto a la compensación, el director ejecutivo de inèdit recuerda que «lo fundamental es, primero, calcular las emisiones; luego, reducirlas, y, pasado un proceso de años centrados en reducir, compensar las emisiones residuales».
El informe se basa en una encuesta en la que han participado 826 empresas, de las cuales 430 son PYMES y 157 microempresas de diversos sectores y comunidades autónomas.