La economía circular podría duplicar el ahorro de emisiones industriales en la UE
Aplicar estrategias circulares en los sectores del acero, el aluminio, el cemento y el plástico podría ahorrar hasta 231 millones de toneladas anuales de CO₂ para 2050 y reducir la dependencia de materias primas importadas, según un informe del Joint Research Centre de la CE.
Los sectores intensivos en energía concentran casi la mitad de las emisiones industriales europeas. Incorporar principios de economía circular —como la reducción de materiales, el reciclaje o la reutilización— permitiría no solo reducir drásticamente los gases de efecto invernadero, sino también reforzar la autonomía económica y energética de la Unión Europea. Así lo indica el informe Capturing the Potential of the Circular Economy Transition in Energy-Intensive Industries, publicado por el Joint Research Centre de la Comisión Europea.
El informe cuantifica, por primera vez, el impacto potencial de la circularidad en estas industrias que son clave para la economía europea pero, al mismo tiempo, de las que más impacto ambiental generan: son responsables del 44 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector manufacturero.
Según el estudio, un escenario con medidas circulares ambiciosas permitiría lograr ahorros anuales de 64-81 Mt de CO₂-eq. en el sector del acero, 12-14 Mt en el del aluminio, 38-52 Mt en el del cemento y hormigón y 75-84 Mt en el de los plásticos.
Las industrias del acero, aluminio, cemento y hormigón, y del plástico, son las responsables del 44% de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector manufacturero de la UE
Además, disminuiría la dependencia de materias primas importadas. En el caso del hierro y de materiales críticos para la industria europea como la bauxita, la demanda de importaciones se reduciría un 22 % y un 11 %, respectivamente.
También se reduciría de manera significativa el consumo de energía fósil y su coste asociado, contribuyendo a abaratar la descarbonización y a reforzar la seguridad energética de la UE.
Los resultados del JRC señalan que, si bien la transición energética es indispensable para alcanzar la neutralidad climática, las acciones circulares no solo permiten reducir emisiones, sino que generan resiliencia económica y tecnológica. La caída de emisiones es entre 9 y 26 veces superior a la reducción observada en el Valor Añadido Bruto (VAB) de los sectores, lo que demuestra que la circularidad puede reducir el impacto ambiental sin frenar la actividad económica.
Las palancas circulares
La mejora de la calidad del reciclaje, el diseño de productos pensados para ser reutilizados y reparados, la eficiencia en el uso de materiales y la revisión de normas en el sector de la construcción que conllevan una sobreutilización de cemento, hormigón y acero, son las palancas circulares más prometedoras, según el JRC. En el caso de los plásticos, la clave es evitar la incineración y potenciar el reciclaje de calidad.
El informe también propone varias medidas políticas para acelerar esta transición: incentivos fiscales para desincentivar el uso de materiales primarios, ayudas a la investigación e innovación en tecnologías circulares, e incorporación obligatoria de criterios de circularidad en la contratación pública verde.