Tener un plan de descarbonización: obligatorio para muchas organizaciones, una ventaja competitiva para todas
Con el RD 214/2025, las empresas afectadas por la Ley 11/2018 estarán obligadas no solo a calcular la huella de carbono de 2025, sino también a elaborar y publicar un plan de descarbonización a cinco años vista. Las pymes, aunque no estén obligadas legalmente, deberán calcular su huella de carbono y descarbonizarse si quieren seguir siendo competitivas.
Con la aprobación del Real Decreto 214/2025, las empresas que ya estaban obligadas a calcular e informar anualmente sobre sus emisiones de gases de efecto invernadero —según lo establecido en la Ley 11/2018— deberán dar un paso más: a partir del 12 de junio, también estarán obligadas a disponer de un plan de descarbonización. Este plan deberá fijar objetivos de reducción de emisiones a cinco años vista y publicarse junto con el cálculo de la huella de carbono.
En cuanto a los plazos, en 2026 deberán haber calculado la huella de carbono de 2025 y haber elaborado un plan de descarbonización alineado con el Acuerdo de París. Carles Gasol, director de Desarrollo de Negocio de inèdit, valora positivamente este nuevo requisito legislativo: «El nuevo Real Decreto nos vuelve a colocar en un timing adecuado para cumplir con la Agenda 2030.»
¿Qué organizaciones están afectadas por el RD 214/2025?
Las obligaciones afectan, por un lado, a las empresas con más de 250 trabajadores que tienen la consideración de entidades de interés público conforme a la legislación de auditoría de cuentas, salvo las pymes. Por otro lado, a las empresas con más de 250 trabajadores que, durante dos ejercicios consecutivos, a la fecha de cierre de cada uno de ellos, cumplan al menos una de las siguientes condiciones:
- – Que el total de las partidas del activo supere los 20 millones de euros.
- – Que el importe neto de la cifra anual de negocios supere los 40 millones de euros.
El nuevo Real Decreto también afecta a los departamentos ministeriales de la Administración General del Estado, sus organismos autónomos, entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social, así como a otras entidades del sector público administrativo estatal.
Descarbonizarse, una prioridad estratégica
Ante este nuevo escenario, las empresas no directamente afectadas por el Real Decreto tampoco pueden bajar la guardia. Calcular la huella de carbono —tanto a nivel de organización como de producto— será clave para responder a las crecientes demandas de clientes y socios comerciales. La razón es clara: las empresas obligadas a reportar su huella necesitarán datos ambientales detallados de toda su cadena de valor para poder calcular el alcance 3. Y eso incluye especialmente a sus proveedores.
Descarbonizarse ya no es solo una cuestión de responsabilidad ambiental, sino que se trata de una prioridad estratégica para las organizaciones que quieren seguir siendo competitivas
Este nuevo marco normativo supone, por tanto, un punto de inflexión. Más allá del cumplimiento legal, la descarbonización se convierte en una prioridad estratégica para todas aquellas organizaciones que quieran seguir siendo competitivas en un contexto de creciente exigencia ambiental. Disponer de datos fiables sobre la huella de carbono será un factor diferenciador que permitirá a las empresas anticiparse, participar en las decisiones de sus clientes, mejorar su eficiencia y reputación, y abrir nuevas oportunidades de negocio.
En este reportaje explicamos con más detalle qué exige el RD 214/2025 y cómo debe ser este plan de descarbonización.
El compromiso con la descarbonización ya no es solo una cuestión de responsabilidad ambiental. Es un requisito para competir en un mercado que avanza hacia la sostenibilidad con paso firme —y, ahora sí, con plazos claros y obligatorios.
Casos de éxito: empresas que ya han dado el paso
Varias organizaciones ya han iniciado su camino hacia la descarbonización con el acompañamiento de inèdit, adelantándose así a los requisitos del nuevo marco normativo y reforzando su competitividad.
Leng-d’Or, empresa multinacional líder en la producción de snack pellets, ha elaborado su plan de descarbonización con el apoyo de inèdit para alinearse con los objetivos de la Science Based Targets initiative (SBTi). Este plan contempla acciones en cinco áreas clave —transición energética, eficiencia, proveedores, movilidad y packaging— con el objetivo de reducir un 52 % las emisiones antes de 2030 en comparación con un escenario de business as usual.
También Holaluz, referente en la transición energética en España, ha contado con la experiencia de inèdit para diseñar un Plan de Acción Climática con acciones centradas en la cadena de suministro, la energía, la movilidad y los residuos. La hoja de ruta propuesta permitiría a la empresa alcanzar una reducción potencial del 71 % de su huella de carbono entre 2022 y 2030.
Por su parte, Wallapop ha confiado en inèdit para llevar a cabo el cálculo de su huella de carbono organizacional según el GHG Protocol. El análisis ha revelado que el 99,99 % de las emisiones corresponden al alcance 3, especialmente en lo que se refiere al transporte y la distribución aguas abajo —un dato clave para planificar acciones de mitigación efectivas.
En inèdit, ponemos nuestro conocimiento y nuestras herramientas al servicio de las empresas que quieren avanzar hacia una economía baja en carbono. ¿Quieres empezar a definir tu plan de descarbonización? ¿Necesitas calcular la huella de carbono de tu organización o productos?